Relevancia: Internacional
Clasificación: Inmueble
El barrio de tradición marinera de San Tomé, conserva su encanto de antaño. Muy cerca se encuentra la Torre de San Sadurniño que, lo convierte en un lugar todavía más mágico si cabe. Además, en este barrio, también se encuentra el Pazo de Montesacro, una construcción barroca de gran interés turístico y arquitectónico. La importancia histórica de la villa de Cambados, está presente de nuevo en la fantástica arquitectura secular, conservada de sus calles y edificios más destacados. Sin duda el casco histórico de San Tomé, es muestra de ello, siendo uno de los más bellos de toda la comunidad.
Muy cerca, encontramos los restos de la fascinante iglesia de Santa Mariña de Dozo. Junto a la costa, un pequeño islote con lo que queda de la Torre de San Sadurniño, unida por un puente de principios del siglo XXI; al entrañable barrio marinero de San Tomé do Mar. La existencia del mismo, probablemente se dio por la proximidad de la Torre defensiva de San Sadurniño en el siglo XII, una geolocalización que posteriormente constituyó la villa de Cambados, junto con Santa Mariña y Fefiñáns. Antes de esto, en el siglo XVIII, el barrio marinero fue vendido al Marqués de Montesacro quién construyó el pazo que hoy podemos ver en las inmediaciones de su casco histórico.
En la actualidad, el barrio de San Tomé se encuentra parcialmente rehabilitado y se ha procurado en su medida, la integración de la arquitectura marinera en el paisaje. Vale la pena un pequeño paseo por sus callejuelas y la isla de A Figueira. Otro de sus alicientes es la existencia del Museo Casa do Pescador, localizado en el edificio llamado Casa Jovita. Posiblemente, el núcleo más antiguo de Cambados, conocido como Vila Vella. El puerto y la alameda están presididos por el Pazo de Montesacro del s. XVIII. Asimismo, y, bordeando la Villa, se alcanza el islote de A Figueira y lo que resta de la Torre de San Sadurniño, que formó parte de los sistemas de alerta del siglo X para proteger la ría de las incursiones normandas.
En el siglo XVIII y, por decreto de Felipe V, Don Diego de Zárate y Murga, I Marqués de Montesacro construye el Pazo de Montesacro, donde destaca el escudo de armas del Marqués, con una corona de la que germina un brazo blandiendo una espada. Adosada al edificio y construida en el mismo período, se encuentra una sencilla capilla, en la que se venera por tradición de los Marqueses: la riojana Virgen de la Valbanera, presente tanto en su fachada, como en el estupendo altar barroco. El paseo, a través de las apretadas calles de la Villa, confinadas por viejas casas de las gentes del mar (algunas de ellas, muy bien restauradas), conforma toda una sensación para los cinco sentidos en los que se entremezclan conchas de la playa, olores a mar y cocina tradicional, el sonido del mar y el tacto de la piedra.
En la isla de A Figueira, emergen los restos de una fortaleza que contaría con una gran muralla; una torre defensiva en uno de sus laterales, y una capilla en el centro. Es la Torre de San Sadurniño. Debido a su posición estratégica, el arzobispo de Santiago, Don Diego Gelmírez, decide en el siglo XI, reconstruir la fortaleza para vigilar las incursiones normandas y vikingas. Prendiendo una gran fogata en lo alto, se avisaba a las poblaciones de posibles ataques. El humo de la Torre de A lanzada, enviaba la señal de alerta a ésta que, a su vez, la reenviaba a la Torre de Cálago en Vilanova de Arousa. Así, sucesivamente corría el aviso a las Torres del Oeste en Catoira; para que sus habitantes cercanos, y aquéllos de tierras de Compostela, pudieran defender y poner a salvo, tanto sus vidas como sus pertenencias.
Esta defensa, valió en el siglo XII para que el Rey Fernando II la nombrara “Muy Leal Villa”, iniciándose así, un periodo de prosperidad que vemos reflejado en su patrimonio. Accedemos a la isla, desde la playa de A Mouta por un ceñido puente. De la capilla, ya no quedan restos, y de la torre de tres cuerpos, podemos admirar parte de dos lienzos en los que cuelga una hermosa chimenea. Observando su bella estampa, imaginamos ese fuego avisador en lo alto de las torres y, a sus gentes presurosas y temerosas, intentando defenderse de la amenaza.
En 1467, como ocurrió con la mayoría de las fortalezas gallegas, sería derribada durante el levantamiento irmandiño, siendo reconstruida años más tarde por Suero Gómez de Soutomaior, hermanastro del famoso Pedro Madruga, pasando en el siglo XVIII de los descendientes de Chariño, a manos del I Marqués de Montesacro.
En 1755 el gran terremoto de Lisboa, derribó parte de la fortaleza y la fachada de una capilla existente junto a la Torre, donde se veneraban hasta hace un siglo aproximadamente las imágenes (hoy en la capilla de Valvanera), de San Tomé, quien daría su nombre al Burgo; así como otra de San Sadurniño, quien dio el suyo a la Torre.
La Casa do Pescador o Casa Jovita, es otra de las antiguas viviendas marineras, convertidas hoy en museo, donde podemos comprobar el estilo de vida y costumbres de los habitantes de la zona, cuyo sustento era y es, el mar.
Santo Tomé destaca por ser un barrio marinero, con casas recubiertas de conchas, balconadas, galerías y el olor a mar te acompaña en cada recorrido a través de este barrio. Además, también podemos encon-trar una construcción barroca del siglo XVIII, el Pazo de Montesacro, y la capilla de la Valvanera, también conocida como capilla de Nuestra Señora de Valvanera.
En el paseo marítimo nos podemos encontrar con el islote de A Figueira, que contiene la Torre de San Sadurniño, construida en el siglo VIII o IX d.C. No obstante, según las investigaciones, hubo una construc-ción aún más antigua que pudo haber sido realizada por fenicios o romanos.
Esta torre ha presenciado muchas batallas y fue reconstruida durante el siglo XII por decisión de Diego Gelmírez, arzobispo de Santiago de Compostela. En el siglo XV, en Galicia había diferentes revueltas y la torre fue destruida, pero Pedro Madruga la reconstruyó. A partir de este momento, la torre cogió mucha fama y fue a partir del siglo XX cuando se convirtió en propiedad pública.
La villa de Santo Tomé es una zona que se unió a las villas de Cambados y a la de Fefiñáns, en la provincia de Pontevedra. De hecho, si estás en el centro de Cambados, puedes llegar a Santo Tomé a través de la calle Hospital.
ES_ Ría de Arousa
Puerto / Fondeo / Playasin datos del puerto
Localización
Cambados
(Pontevedra)
España
Natural
Serviciossin información
InterpretablePaneles informativos en la Torre San Sadurniño
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